Los productos falsificados mueven 338.000 millones en todo el mundo

19/04/2016 EL PAÍS

El comercio de productos falsificados y pirateados tiene un impacto económico mundial de 338.000 millones de euros, según los cálculos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) hechos públicos ayer lunes. Esta cifra, equivalente al PIB de Austria o a la suma de los PIB irlandés y checo, supone a su vez el 2,5% del total del comercio mundial. Solo en la Unión Europea (UE), este tipo de productos representan un 5% de las importaciones (85.000 millones de euros). El impacto relativo de la falsificación es dos veces mayor para un grupo de países desarrollados que para el mundo en conjunto y el alcance del fenómeno es aparentemente mayor que hace una década.

El estudio “Comercio de productos falsificados y pirateados: Análisis del Impacto económico” se basa en datos recopilados de cerca de medio millón de incautaciones aduaneras llevadas a cabo en todo el mundo, para calcular el impacto económico de la falsificación y la piratería en el comercio internacional. Una de las conclusiones más relevantes del documento es que los productos falsificados y pirateados proceden de una amplia gama de países, pero las economías emergentes desempeñan un papel importante en este fenómeno, bien como países fabricantes de productos falsificados o como zonas de tránsito.

Estos productos abarcan desde artículos de lujo y productos industriales (como máquinas, recambios o productos químicos) hasta productos de consumo que pueden afectar la seguridad de las personas (productos farmacéuticos, alimentos y bebidas, equipos médicos o juguetes). Las cifras no incluyen, en cambio, los productos informáticos pirateados. Los falsificadores hacen cada vez envíos más pequeños, debido al aumento del comercio en línea y también para reducir el riesgo y las consecuencias económicas en caso de ser detectados.

«Todos los productos protegidos por derechos de propiedad intelectual pueden falsificarse», añade el documento. «Se han dado casos, incluso, de incautación de falsificaciones (vulneración de la marca) de productos frescos como fresas, plátanos, canela o aceite de coco». La Euipo advierte, además, de que las falsificaciones de algunos productos, como medicamentos, repuestos y juguetes, son cada vez de peor calidad y pueden entrañar importantes peligros para la seguridad y la salud.

Las marcas víctimas de la falsificación están principalmente registradas en países miembros de la OCDE —el think tank de los países desarrollados— y de la UE, como Estados Unidos (donde terminan el dos de cada 10 productos falsificados), Italia, Francia, Suiza, Japón, Alemania y el Reino Unido. Sin embargo, el informe incide en el repunte sustancial de la falsificación en economías emergentes, lo que supone un «riesgo» para las empresas innovadoras independientemente de su ubicación.

Por países de origen de las falsificaciones, el estudio destaca un nombre por encima del resto: China, con más del 63% del total. A mucha distancia, Turquía emerge como segundo máximo productor de material falsificado (3,3%), por delante de Singapur (1,9%), Tailandia (1,6%) e India (1,2%). Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán y Egipto cierran la lista de Estados de origen de las falsificaciones, todos ellos con menos de un 1% del total.

«El comercio de productos falsificados y pirateados es un fenómeno mundial y dinámico. En el contexto actual de reactivación del comercio internacional y la economía abierta y global, los falsificadores y los delincuentes no carecen de oportunidades», apuntan los firmantes del estudio. «En realidad, el comercio de estos productos se ha convertido en una gran amenaza para cualquier economía moderna basada en el conocimiento», añaden al tiempo que destacan el rol de la propiedad intelectual en la generación de valor empresarial y el éxito de las corporaciones en un mercado competitivo. En este sentido, la Euipo y la OCDE exhortan a los Estados a llevar a cabo «más investigaciones para abordar el desafío» de modo que los países puedan diseñar políticas y soluciones para que se cumpla la ley, tanto de forma individual como en cooperación.

En 2008, un estudio de la propia OCDE estimaba que los artículos falsificados y pirateados equivalían hasta el 1,9% de las importaciones mundiales, es decir, 200 000 millones de dólares (casi 177.000 millones de euros) basándose en métodos más limitados y los mejores datos disponibles entonces.

Los datos analizados en el informe de este año han sido facilitados por la Organización Mundial de Aduanas, la Dirección General de Fiscalidad y Unión Aduanera de la Comisión Europea y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE UU. El objetivo del mismo es, en palabras de sus autores, «presentar una imagen precisa del impacto económico global de la falsificación y la piratería en el comercio internacional». La Euipo es la nueva denominación de la OAMI, la agencia europea que se encarga de las acciones antifalsificación en territorio comunitario.

19-04-2016 Los productos falsificados

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