18/05/2016 EL VIGÍA
A tan sólo unos meses de que la ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) cumpla tres años y sin contar con un reglamento que la matice, el sector continúa haciendo frente a uno de sus males endémicos: la subcontratación. La LOTT, que incorporó la acción directa como medida preventiva para frenar la subcontratación, ha logrado tres años después, en cierta medida, que ésta tenga un efecto proactivo en los grandes cargadores. Aun así, no ha tenido un impacto generalizado en un sector muy atomizado, ni ha frenado el aumento de la subcontratación en el transporte por carretera.
La consultora Everis concluye en un estudio, como también lo hiciera recientemente un informe elaborado por Teirlog Ingeniería para Fomento, que la subcontratación en el transporte ha aumentado. En concreto, Everis apunta a un incremento del 5% y constata que el nivel de subcontratación dentro del sector asciende a 29.225 millones de euros, frente a los 28.0445 del mismo estudio en 2012.
Como explica el director ejecutivo de Everis, Manuel Yagüe: “La subcontratación es parte del modelo de transporte desde siempre en nuestro país. Está, sobre todo, motivada por el tamaño con el que cuentan las empresas de logística. Por ejemplo, existe una compañía grande que contrata con el cargador y esta empresa grande trabaja con los autónomos”. En este sentido, el secretario general de Fenadismer, Juan José Gil, reconoce que en los últimos años los operadores logísticos han ganado presencia en la intermediación del transporte por carretera: “El incremento de la subcontratación se concentra en que ha crecido la comercialización de primer nivel en un menor número de empresas. Es decir, cada vez hay empresas de mayores dimensiones, operadores con muy poca flota o ninguna, que comercializan el transporte”.
Las asociaciones de transporte por carretera reconocen que ya se detectan algunos efectos de la acción directa. Juan José Gil considera que un indicador de ello es que el número de reclamaciones en las juntas arbitrales por impagos se ha reducido de una manera importantísima. De hecho, el secretario general de Fenadismer detalla que una de las principales ventajas de la acción directa es que no es necesario ejercitarla, si no que por sí sola tiene un carácter preventivo. También el presidente de la CETM, Ovidio de la Roza, señala que la acción directa, sin tener el efecto previsto inicialmente, ha logrado prevenir malas prácticas. No obstante, señala que es demasiado pronto para valorar sus efectos, ya que han habido tanto sentencias a favor como en contra. Por el momento, se constata que, aunque no es una práctica generalizada, muchos de los grandes cargadores ya han implantado un sistema para que sus proveedores les garanticen, a través de declaraciones firmadas de sus transportistas, que están al día de los cobros pertinentes.
El motivo de por qué no está teniendo los efectos por los que se implantó es la falta de definición con la que está planteada en la ley. El catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad del País Vasco, Alberto Emparanza, corrobora que, por esta razón, la acción directa no está siendo aplicada de forma clara por los tribunales, lo que le resta efectividad. En su opinión, ha habido muchas dudas sobre su aplicación, por lo que los tribunales son reacios a ponerla en marcha.
La incertidumbre en la política internacional tampoco juega a favor de reducir la subcontratación. El director general de la Astic, Ramón Valdivia, argumenta que medidas como el salario mínimo francés o alemán son trabas para las empresas con transportistas en plantilla, mientras que no para los autopatronos, que no están afectados por estas leyes. “Esto favorece que en lugar de crear empleo o de invertir en flota nueva se acabe subcontratando el transporte”. Astic reconoce que la eliminación de los módulos en el transporte de larga distancia ha sido un elemento a favor de las empresas, pero destaca que existen factores vinculados a la fiscalidad laboral que continúan beneficiando a la figura del autónomo.
Cargadores y transportistas avanzan hacia un pacto por la competitividad
Las asociaciones de cargadores Aecoc, Transprime y Aeutransmer, junto a las organizaciones de transportistas representadas en el Comité Nacional de Transporte por Carretera, avanzan en su diálogo hacia la elaboración de un pacto por la competitividad del transporte de mercancías por carretera. A diferencia de los acercamientos de años anteriores, que terminaban por diluirse, en esta ocasión, transportistas y cargadores han fijado un foro de diálogo continuado, con carácter mensual, para pulir aquellos puntos en los que pueden llegar a un acuerdo para mejorar en su relación y en la del sector.
El inicio de las reuniones a principios de 2016 permitió fijar cinco mesas de trabajo centradas en aspectos de circulación y tráfico, operativas específicas del transporte, fiscalidad, tenders y pesos y dimensiones. No se han creado grupos diferentes para cada mesa de trabajo, sino que el mismo foro aborda cada una de ellas. El método escogido es que las partes exponen sus intereses y demandas al respecto para procurar un acuerdo entre ambos. En aspectos más vinculados a operativas, como puede ser la aplicación de la ley de Prevención de Riesgos Laborales, teniendo en cuenta que el transportista descarga en la instalación de una empresa distinta a la suya, si se requiere de un estudio más detallado de la situación que será elaborado por una comisión creada al efecto y luego se presentará al foro, para analizarlo y avanzar en sinergias.
Las partes también son conscientes de que existen puntos donde los intereses son opuestos, como es el caso de la carga y descarga por parte del transportista o la modificación de los pesos y dimensiones de los vehículos. En otros casos, la postura es común, como sucede con el posicionamiento sobre la Euroviñeta. El objetivo es firmar un pacto sobre los acuerdos logrados y presentarlo al Gobierno.
El presidente del CNTC, Ovidio de la Roza, destaca: “Lo más positivo es el buen ambiente y el clima favorable para abordar tanto los puntos en los que hay acuerdo como en los que no”. La visión es compartida por los cargadores. Desde Transprime también valoran las reuniones como muy positivas, porque, tal y como argumentan, expresan la necesidad, voluntad y conveniencia de tener un canal abierto de diálogo y debate.
El transporte no iniciará una ronda de contactos con los partidos políticos
Las asociaciones de transportistas descartan emprender una nueva ronda de contactos con los partidos políticos para detallarles las peculiaridades y necesidades del sector del transporte por carretera. Tanto CETM como Astic y Fenadismer coinciden en destacar que los contactos realizados para las anteriores elecciones de diciembre mantienen su vigencia, teniendo en cuenta que los partidos y los políticos son idénticos seis meses después.
Distinto es que una vez formado el nuevo Gobierno, el sector tome contacto directo con los responsables del área de transporte para ponerse a trabajar de inmediato en las cuestiones pendientes. También lo harán con otras carteras para temas que afectan a la carretera, como es el caso de la devolución de los ingresos indebidos por la cotización de accidentes y enfermedades profesionales. La asociaciones lo consideran un tema urgente a solucionar, aunque el Gobierno reconoció en los últimos Presupuestos generales del Estado que el sector debería de cotizar por esta cuestión un 3,7%, hasta 2016 lo había estado haciendo a un 6,7%.
A pesar de este reconocimiento por parte del Gobierno, y de que, como apuntan las asociaciones de transporte, las administraciones provinciales responsables de tramitar los expedientes les manifestaron verbalmente en su día que se produciría una devolución, la Seguridad Social ha emitido una instrucción interna a través de la cual se está procediendo al rechazo generalizado de todas las solicitudes. Esto supone una judicialización de los procesos, ya que las empresas que deseen continuar con el mismo deberán hacerlo a través de la vía contenciosa.