El transporte y la logística afrontan un cambio de ciclo en la relación import-export

26/07/2016 EL VIGÍA

La balanza comercial española avanza hacia la consolidación de un cambio de ciclo en la relación entre importaciones y exportaciones. Así, aunque a la brecha entre unas y otras sigue dando como resultado una situación de déficit comercial, en el que predominan las segundas sobre las primeras, la recuperación paulatina del consumo ha permitido un retroceso continuo de ese déficit, que se sitúa en 5.580 millones de euros, según los últimos datos, correspondientes al primer cuatrimestre, publicados por el ministerio de Economía y Competitividad.

26-07-2016 El transporte y la logística afrontan un cambio de ciclo en la relación import-exportLas exportaciones españolas de mercancías continúan creciendo y batiendo sus récords mes a mes. Entre enero y abril, crecieron un 1,8% hasta los 83.345,8 millones de euros. Las importaciones, por su parte, aunque en términos monetarios disminuyeron un 0,8%, hasta los 88.926 millones de euros debido a la caída de precios, en volumen se incrementaron un 4,6%.

Ahora, tal y como explican los expertos, el sector del transporte y la logística asume el reto de continuar adaptándose a los flujos comerciales y a sus tendencias. El desafío del comercio exterior, según los analistas consultados, pasa por continuar incrementando las importaciones y, por tanto, el consumo interno, y por diversificar los mercados a los que se dirigen las exportaciones españolas, muy centradas todavía en la Unión Europea, destino del 56% de los flujos.

Mejora del consumo
El director general de OIA Global Limited en España,Víctor Urruchi, explica que, aunque hay una evidente mejora en términos netos de las exportaciones e importaciones, no basta con detenerse en las cifras, sino que hay que analizar a fondo qué esconden éstas. “No siempre las exportaciones aportan valor añadido a un país”, apunta. En cuanto al repunte de las importaciones, considera que está vinculado a la mejora del consumo y de la economía. No obstante, predecir cuál será el comportamiento de las mismas a corto y medio plazo es complicado. En este sentido, el economista Ignasi Ragàs sostiene que España todavía adolece de importantes problemas macroeconómicos, a los que hay que añadir las incertidumbres políticas a nivel nacional y la de los mercados internacionales.

En cualquier caso, los dos expertos valoran como positiva la reducción del déficit en la balanza comercial. El director de Análisis Económicos del IE Business School, Rafael Pampillón, confirma que España ha consolidado un cambio de modelo productivo y de ciclo. “Se ha pasado de un sistema basado en el ladrillo y el turismo a otro más centrado en las exportaciones, mucho más sofisticado y que añade más valor a la producción. Antes, el turismo representaba el 60% de la exportación de servicio, mientras que ahora es sólo el 40%, lo que supone un cambio cualitativo importante”, explica. España está creciendo a un ritmo del 7% anual de exportación de servicios de auditoría, consultoría, ingeniería, sistemas de transporte, servicios financieros, gestión de puertos y aeropuertos, etc. “Hemos pasado a ser un país exportador de servicios y, aunque la exportación de bienes es mayor, porque son más comercializables, el dato es muy positivo”, indica el analista, que añade: “En 2008, las exportaciones de bienes y servicios representaban un 23% del PIB y ahora suponen el 33%, lo que significa una gran mejora en nuestro nivel de apertura. La economía, durante la crisis, ha podido generar producción y, desde la segunda mitad de 2013, empleo”, añade.

Precios del crudo
El aumento de la exportación española ha sido clave como vía de escape a la larga crisis económica que ha azotado en los últimos ocho años al país. No obstante, el cambio de ciclo en la balanza comercial viene marcado por el repunte de las importaciones. En el tercer trimestre de 2013, comenzó la recuperación. Desde entonces, hay un crecimiento, cada vez más rápido y sostenido, y una caída continuada del déficit en la balanza comercial. “En este proceso, la caída de los precios del petróleo y de las materias primas ha sido clave. También la depreciación de la moneda de algunos países emergentes, que ha provocado que sus exportaciones sean más baratas y, por tanto, un precio menor en las importaciones”, indica Pampillón.

Víctor Urruchi también destaca que el principal factor en la reducción del déficit de la balanza comercial española ha sido el descenso generalizado y continuado del precio del petróleo. “España –explica– es un país que depende energéticamente del exterior y la fluctuación de los valores del crudo es determinante en nuestra balanza comercial”.

Aunque la situación económica entre España y el resto de países de la Unión Europea no es comparable, lo cierto es que los resultados acumulados de las exportaciones españolas entre enero y abril reflejan un crecimiento del 1,8%, un porcentaje que contrasta con los retrocesos registrados por el conjunto de la zona euro (-0,3%) y por la Unión Europea (-0,8%). Asimismo, descendieron las exportaciones de Francia (-1,8% ), Italia (-0,5%) y Reino Unido (-4,6%), mientras que en Alemania aumentaron un 1,5%. Fuera de la Unión Europea, también decrecieron las ventas de Estados Unidos (-6,9%), China (-7,7%) y Japón (-8,4%). El presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, Balbino Prieto, pone en valor estos índices de crecimiento superiores a los de la Eurozona. En su opinión, el consumo ha recuperado la senda del crecimiento. “España ha crecido en el último año por encima del 3% y eso se refleja en el incremento de las importaciones. La reducción del déficit de la balanza comercial demuestra la fortaleza de nuestra economía y de nuestro sector exterior”, argumenta.

En cualquier caso, a pesar de los logros, todavía existen desafíos por superar. El primero de ellos es continuar incrementando las importaciones para reducir el déficit de la balanza comerciar. El segundo se centra en llegar a más mercados. El director general de OIA Global Limited en España, Víctor Urruchi, corrobora que esta diversificación es estratégica. “Debemos de tener presencia en diferentes mercados por un motivo de salud económica. Cuanta mayor diversificación tengamos en nuestras ventas, menor es el riesgo de contracción de las mismas”, detalla. Sin embargo, el 56,1% de las exportaciones españolas tienen como destino la Unión Europea.

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