Consejos para la sujeción con amarres

ENLACARRETERA.PRO

Hoy os traemos algunos consejos para optimizar la sujeción de cargas mediante amarres. En el transporte, la carga siempre debe permanecer bien sujeta, ya que los movimientos del trayecto pueden desplazarla provocando situaciones de riesgo. Una mala sujeción puede ser especialmente peligrosa ante una frenada de emergencia, por lo que debemos de asegurarnos de que la estiba de la mercancía pueda soportar este tipo de maniobras.

El paso previo indispensable para la sujeción con amarres es la correcta carga del vehículo.
Lo primero que debemos tener en cuenta al cargar el vehículo es no superar nunca la Masa Máxima Autorizada. Y no es suficiente con observar esta norma de forma global, también debemos tener en cuenta la distribución de la carga para no superar nunca la Masa Máxima por eje. Tenéis más información al respecto en la web del Ministerio de Fomento.

Al colocar la carga, debemos poner especial atención a los posibles huecos generados entre los bultos y/o entre estos y las paredes del vehículo. Para evitar desplazamientos peligrosos de la mercancía, la Directiva EU 2004/47 establece que la suma de los huecos en cualquier dirección no podrá superar nunca los 15cm. En caso de superarse, los espacios deberán rellenarse con palets u otro material sólido. También es posible el uso de sacos neumáticos de estiba, siempre y cuando se cuente con una manguera de aire comprimido.

Tras comprobar que las operaciones de carga han sido correctas, podemos pasar a las operaciones de trincaje.


En este caso vamos a centrarnos en la sujeción por fricción, aunque también podríamos usar amarres para la sujeción directa.

La sujeción por fricción consiste en aumentar el rozamiento de la carga contra el suelo con la ayuda del empuje hacia abajo generado por la tensión de las cinchas de amarre.

Para averiguar el número de amarres necesarios en función del peso de la carga transportada, usaremos los cálculos establecidos por la norma EN 12195-1. Para ello tendremos en cuenta la Fuerza de tensión Estándar (StF) que aparece en el etiquetado de las cinchas de amarre. También repercute el ángulo formado por la cincha y la carga. Otro de los factores que se tiene en cuenta es la fricción entre la carga y el suelo, que varía según los materiales utilizados.

Si tras realizar estos cálculos el resultado indicara que no hay necesidad de amarrar la carga, debemos de usar un mínimo de una cincha para evitar los movimientos de cabeceo.

Para reducir el uso de amarres podemos jugar con tres variables:

  • Fuerza de tensión Estandar (StF): Cuanto mayor sea este valor, menos amarres necesitaremos. Es propio de cada modelo de cincha de amarre, por lo que merece la pena invertir en materiales de calidad.
  • Angulo entre el amarre y la carga: Será más eficiente cuanto más se aproxime los 90º, permitiéndonos reducir la fuerza de sujeción necesaria.
  • Fricción entre carga y suelo: El coeficiente de fricción puede aumentarse utilizando superficies de apoyo antideslizantes, ayudando a reducir el número de amarres más de un 75%.

Esta reducción en el uso de cinchas no solo nos permite ahorrar material, sino que mejora los tiempos de las operaciones de estiba y desestiba, contribuyendo a la rentabilidad del negocio.

También es recomendable el uso de cantoneras, que nos ayudarán a mejorar la sujeción y a proteger la carga transportada ante un exceso de presión de los amarres.
Por último, conviene recordar que la sujeción de la carga puede verse comprometida por los movimientos de la carretera, pudiendo generar laxitud en los sistemas de amarre. Es por ello que debemos revisar el estado del trincaje regularmente durante el trayecto.

Política de privacidad Aviso legal Política de cookies