21/07/2017 CdS

El último de los extractos publicados hasta el momento, del informe de Transport & Environment ‘Hoja de ruta para un transporte terrestre respetuosos con el medio ambiente en Europa‘, se centra en el grado de utilización del transporte por carretera y en su efecto sobre las emisiones de gases de efecto invernadero.

Conseguir una reducción de los viajes en vacío, es uno de los aspectos clave para reducir las emisiones de CO2 en este sector. Al ser una parte del negocio en la que las mejoras tecnológicas no tienen un impacto directo, sin políticas específicas no se lograrán mejoras futuras.

Según el estudio, un 20% de los camiones en Europa circulan vacíos, y habitualmente también parcialmente cargados. Este uso ineficiente incrementa innecesariamente la emisión de gases contaminantes.

Se achaca esta infrautilización al coste relativamente bajo que tiene el transporte por carretera. Ante esto, el estudio concluye que un “incremento en los precios del transporte por carretera por norma, ayudaría a mejorar la eficiencia y facilitaría la adopción de vehículos más limpios”.

Así, medidas como el cobro de peajes a camiones o el incremento de impuestos a combustibles fósiles, incrementando efectivamente el coste, haría más atractivo el uso de otros modos más limpios y haría menos eficiente el uso de camiones parcialmente llenos, estimando en un 10% la reducción de emisiones, que se lograría con este tipo de medidas.

Medidas tanto europeas como nacionales
La Comisión Europea ha empezado a moverse en este sentido, promoviendo una reforma normativa en Mayo, de cara a modificar las tasas existentes y avanzar en la promoción de medios más limpios.

La reforma propuesta de la Euroviñeta, que indica a los países miembros en que situaciones pueden cobrar peajes a los camiones, no es obligatoria, pero en caso de establecer peajes, marca las líneas en las que los países deben hacerlo.

Por su parte, el informe insta también a los gobiernos nacionales a incrementar el gravamen de los combustibles más contaminantes como el diésel, preferiblemente de forma coordinada en varios países para evitar el “turismo de gasolinera“.

Finalmente, el estudio estima que estas medidas no tendrían un impacto apreciable en la economía o en los mercados, y el único impacto apreciable sería un mejor aprovechamiento del transporte por carretera, como consecuencia del incremento de precios.