26/07/2017 CdS

En el cambio de paradigma que está viviendo el transporte de mercancías, en el que navieras, transportistas y operadores logísticos y ferroviarios están asumiendo que la colaboración es vital para la mejora de la eficiencia de la cadena de suministro, la comodalidad se establece, al mismo tiempo, como el principal reto y la gran oportunidad para el transporte ferroviario en España.

Si el sector logra convencer a los transportistas de que apuesten por las autopistas ferroviarias para reducir costes, y a los exportadores e importadores que trasladen sus mercancías a los puertos a través del ferrocarril, es probable que crezca en los próximos años.

Pero, por el momento, lo cierto es que el ferrocarril no termina de despegar en el transporte de mercancías español. Su cuota sobre el transporte terrestre sigue siendo ínfima, menor del 4%, y se ha mantenido así durante años.

De hecho, los operadores ferroviarios privados que han crecido en el mercado lo han hecho a costa de restar tráficos a Renfe, que hasta 2007 tenía el monopolio de este mercado, tal y como ha reconocido el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, hablando sobre el estado actual de la empresa pública.

En cualquier caso, parece que todas las administraciones están dispuestas a revertir esta tendencia. La posición de la Comisión Europea es clara: quiere trasladar el máximo posible de mercancías de la carretera al ferrocarril.

En España, la situación es algo distinta. Con la infraestructura y el quehacer logístico diario de las empresas, sumado a la amplia oferta del sector del transporte por carretera español, sería difícil que el transporte de mercancías por ferrocarril tenga en este país el peso que tiene en otros países como Alemania o Francia.

No obstante, tanto el Gobierno como las administraciones autonómicas siguen luchando por ello, aunque cada uno con sus armas.

Viabilidad de Renfe Mercancías
El impulso al tráfico ferroviario que propone Fomento se basa, principalmente, en dos estrategias: mejorar los accesos ferroviarios a los puertos y hacer de Renfe Mercancías una empresa viable. A estas dos iniciativas se suma, además, la intención del Gobierno de establecer autopistas ferroviarias con Francia, recientemente retomada.

El ‘Plan Estratégico’ 2017-2019 de Renfe Mercancías, presentado en abril, tiene como objetivo que la empresa pública vuelva a la rentabilidad en un plazo de tres años. Para ello, venderá parte de su parque de locomotoras y vagones, además de su participación en Transfesa y Semat, y reducirá la plantilla en un 20%.

Además, Fomento mantiene la puerta abierta a la creación de holding con Adif y a la entrada de un socio industrial en la compañía, mientras que la internacionalización del operador público se posiciona como la principal meta a alcanzar a corto plazo.

Por otro lado, el ferrocarril se llevará buena parte del plan de inversiones aprobado por el Gobierno para la accesibilidad de los puertos españoles. De las 47 actuaciones que contempla el plan, con un valor de 1.418 millones de euros, un total de 34 estarán relacionadas con el ferrocarril, con una inversión total que asciende a 850,5 millones de euros.

Para mejorar el tráfico internacional de mercancías por ferrocarril, Francia y España han relanzado la puesta en marcha de dos autopistas ferroviarias entre ambos países, a través de una convocatoria de manifestación de interés que supone el primer paso para conocer si es o no viable la infraestructura.

Requisitos de las autonomías
La práctica totalidad de las comunidades autónomas españolas han exigido al Gobierno central una mayor inversión para el ferrocarril en sus respectivos territorios, con más ahínco en el marco del debate de los Presupuestos Generales del Estado 2017.

Extremadura apuesta por ser la plataforma logística del suroeste europeo, el Norte de España llama a finalizar cuanto antes la Y Vasca y al desarrollo de los corredores Atlántico y Cántabro-Mediterráneo, mientras el Levante español requiere la pronta ejecución del Corredor Mediterráneo.