21/05/2018 PUERTOS Y NAVIERAS

La operación de Trasmediterránea y Armas que lleva en marcha desde hace prácticamente un año ha entrado en otra fase crítica. La CNMC, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia tiene que decidir si aprueba o no la operación, si se crea un monopolio o no y las condiciones, y parece que el Gobierno se le ha adelantado con un informe negativo. La Dirección General de la Marina Mercante, DGMM, habría emitido un informe negativo recientemente, coincidiendo con la salida de Rafael Rodríguez Valero su director general. Que la DGMM ponga reparos no sería en si grave, pero la suspensión de las reservas de Armas en las líneas de Motril y Almería han disparado los rumores de que Armas esté accediendo a las demandas de la CNMC para darle vía libre rápidamente a la operación.

El momento es crítico también porque al parecer la otra Comisión Nacional, esta vez de los Mercados de Valores, la CNMV tendría el compromiso de Acciona de desinvertir en varios activos difíciles de la compañía antes del 30 de mayo. Eso da una fecha bastante apremiante.

Al mismo tiempo se tendrá que celebrar la junta de accionistas de Acciona donde el presidente José Manuel Entrecanales se tendrá que enfrentar a las preguntas de los accionistas además de tener que tomar decisiones como el relevo de importantísimos consejeros que ya ha propuesto al Consejo de Administración como el histórico Jaime Castellanos, oficiador de pelotazos como el de Expansión, que se vendió por 700 millones a los propietarios del diario El Mundo. Amén de las guerras intestinas que hay en el accionariado de Acciona por el control de la compañía. Compañía muy endeudada con el banco Santander, banco en el cual ya están cambiando también los esquemas de concesión de créditos.

En el caso de Trasmediterránea, al parecer la Dirección General de la Marina Mercante ha emitido un informe negativo a la venta de Trasmediterránea a Armas.

De ser así, el Gobierno se habría posicionado a través del ex director general Rafael Rodríguez Valero, que ya va rumbo a Ceuta como presidente de esa Autoridad Portuaria, contra la venta a la naviera canaria Armas.

Aunque este medio, ha podido saber de fuentes cercanas al presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, José María Marín Quemada, que este siempre ha mantenido que la operación iba por buen camino y que los actores de la misma – Armas-Trasmediterránea- habían ofrecido soluciones con la entrada de otras pequeñas navieras, ¿FRS, Suardiaz?, en los tráficos en los que se podía dar cierto monopolio, la realidad es que en los ambientes marítimos se da por seguro este informe negativo que según estas fuentes pondría a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ante una tesitura difícil.

Otras fuentes cercanas indican que es parte de la formalidad teatral, para hacer más creíble la operación y que la CNMC la apruebe tras imponer alguna ligera condición como la cesión a terceros de las líneas con Melilla. Cuando estas fuentes lo que reclaman es una cesión de la línea Huelva-Cádiz y parte de los contratos intra islas en Canarias sin los cuales no se deshace el monopolio en el archipiélago.

En cualquier caso tal toma de postura después de tantos meses es relevante. En otras operaciones semejantes el Gobierno ha permitido cierto duopolio en los mercados, y muchos no comprenden qué es lo que ha hecho Armas para que ahora se le impida la compra, o se le escenifiquen dificultades, cuando otras veces se ha pasado de puntillas. Quizás la envergadura de la operación obligue al Gobierno a esta escenificación.

Esto ha dado pie a los contrarios a la venta de Trasmediterránea, a reforzar sus posiciones.

Para estos, el problema está en la naturaleza de la compra de Armas en una operación que consideran arriesgada, muy apalancada y que podría tener una financiación circular de la propia Acciona tanto en los bonos que ha emitido para refinanciar su flota Armas como en los 300 millones que iba a emitir para la compra de Trasmediterránea.

Además, como ha viene denunciando el capitán Rosselló, cabeza visible de la oposición, la operación podría apalancada y afianzada por la misma Acciona, que así ayudaba a quitarse la compañía de en medio por un valor que iba a salir en los papeles cercano a los 350 millones pero que en el fondo era inferior teniendo en cuenta todas las cláusulas del contrato.

La participación de la sociedad de Acciona, Acciona Financiación de Filiales, detrás de la que pueden estar los bancos a los que debe dinero Acciona, . Santander- parece que complica la operativa, ya que miran con lupa este tipo de operaciones. En cualquier caso, este último episodio coincide con una actitud de Armas poco proactiva y visible en defensa de la operación. Hasta fría. Se le achaca por parte sindical no haberse reunido con ellos ni someter un plan de negocio de la futura Trasmediterránea.

Han pasado los meses sin que Armas sea proactiva en su compra de Trasmediterránea, aporte a la opinión pública y a los trabajadores de la compañía un plan social y despejase las dudas ante el Gobierno de la posible fiabilidad y permanencia de su capital en una naviera que es considerada estratégica para la defensa nacional y que tiene compromisos con el Estado.

Así las cosas, habrá que ver como soluciona Acciona este trance, ya que le interesa irse quitando de encima activos que si no son tóxicos son problemáticos.

Acciona Trasmediterránea es una compañía que consume fueloil, que está en alza, y su ebitda puede verse perjudicado en las cuentas del primer semestre. De momento ha salvado el primero con una reducción en las perdidas del EBITDA que ha reducido en 6 millones, pero hay que tener en cuenta que la semana santa cayó en este primer trimestre y no el año pasado.