25/05/2018 DIARIO DEL PUERTO
Hubo un tiempo en el que el gasóleo era la gota que colmaba todos los vasos, el factor determinante que reventaba todas las costuras.
El último gran conflicto que vivió el sector, el de junio de 2008, coincidió como sucedía entonces con el precio del gasóleo en máximos históricos.
No obstante, ya en aquel conflicto el peso de otras cuestiones aún más estructurales apuntaba a un cambio en la dinámica, manifestado posteriormente.
Hasta ese momento, sin cláusulas de gasóleo efectivas y con una capacidad de negociación y dimensión empresarial limitadísima, toda subida del precio del gasóleo dinamitaba las estructuras de costes y ponía en solfa las numerosísimas deficiencias del sector, causantes de que a su vez las empresas no tuvieran red.
El gasóleo destapaba dramáticamente todas las vergüenzas sectoriales, generando una ola reivindicativa que, en los niveles máximos del precio del carburante desató los históricos conflictos de octubre de 2000, de octubre de 2005 o el citado de junio de 2008, momento este último en el que el gasóleo alcanzó su por entonces máximo histórico: 1,329 euros el litro.
Ahora bien, las circunstancias fueron muy distintas a partir de ese momento. Cuatro años después, en septiembre de 2012, el precio del gasóleo alcanzó su máximo histórico absoluto en España, 1,444 euros/litro, una situación que en cualquier otro momento habría soliviantado al sector que, en cambio, en esta ocasión, aguantó con profundo pesar en silencio. Y es que, en aquel momento, aquella subida del gasóleo era la puntilla para unas empresas que, ya sin aire, llevaban cinco años despeñándose por el precipicio de una profunda crisis.
En aquellos meses, el transporte por carretera tocaba fondo en España en cuanto a ingresos y en cuanto a actividad y aquella subida sólo tuvo el eco de la denuncia liderada por el propio Gobierno del dumping de las grandes petroleras y de cómo el precio del carburante subía al mismo ritmo que el barril de brent, mientras que cuando éste bajaba, la lentitud en la aplicación era exasperante.
Ante esta nueva subida en 2018 habrá que aguardar a ver cómo reacciona el sector. De momento, los actuales 1,227 euros/litro están aún lejos del citado récord de 1,444. Veremos la proyección.