12/07/2018 MASCONTAINER

El día de ayer se informó en muchos medios que CMA CGM se dirigió a Hapag-Lloyd para una posible fusión, “no monetaria” dijeron fuentes a Reuters.
No se revelaron las tres fuentes financieras mencionadas por Reuters, quiénes explicaron que CMA CGM había iniciado las conversaciones con Hapag-Lloyd en los últimos meses en un esfuerzo por idear alguna forma de fusión de acciones.

Hoy agregaron que el acercamiento había sido rechazado por los principales accionistas de la compañía alemana, incluida la chilena Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), la familia alemana Kuehne y HGV, que gestiona las inversiones de la ciudad alemana de Hamburgo; citando entre otras cosas el deseo de que la compañía permanezca en Alemania y la falta de beneficio aparente para los accionistas.

Hace apenas un año, Drewry predijo que la “gran ola” de la consolidación de las navieras había terminado, con COSCO-OOCL probablemente la última adquisición posible en el mercado.

Ahora, CMA CGM supuestamente estaría tratando de seguir en su afán consolidador, con la adquisición propuesta a Hapag-Lloyd. La naviera francesa es la tercera línea más grande con un 11,8% del market share. Hapag-Lloyd es el quinto con un 7,2%. Combinadas, las dos líneas tendrían un 19% de market share, más que el 18% que ostenta hoy día Maersk Line, la línea número uno del mundo.

CMA CGM ha estado ocupado con adquisiciones, comprando proveedores intra-regionales europeos en junio y adquiriendo el 25% de participación en CEVA Logistics en abril.

La presión a la “ola” de fusiones y adquisiciones ha venido dada en los últimos años por una sobreoferta de espacio por el aumento de capacidad por construcción de naves, algunos de los años con peores resultados financieros registrados por las líneas navieras. Dichas condiciones deprimidas llevaron a la consecuente consolidación en los últimos años, reduciendo el número de líneas globales de contenedores.

La recientes fusiones entre navieras ha traído consigo una gran dosis de efectos secundarios. Los embarcadores notaron un deterioro en los niveles de satisfacción en el servicio de transporte marítimo, diciendo que no estaban satisfechos con la confiabilidad de las reservas y los tiempos de tránsito. Los puertos enfrentaron congestión y demoras a medida que ajustaron sus operaciones para adaptarse a nuevas alianzas.

Para los operadores, sin embargo, parece ser la única opción para sobrevivir. Después de un peak en el comienzo de año, las tarifas han estado decayendo a niveles muy por debajo de lo que necesitan para alcanzar el punto de equilibrio.