Europa al volante de la transición

25/07/2018 DIARIO DEL PUERTO

El transporte por carretera aporta alrededor de una quinta parte de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) de la UE, el principal gas de efecto invernadero. Si bien estas emisiones disminuyeron un 3,3% en 2012, todavía son un 20,5% más altas que en 1990. El transporte es el único sector importante de la UE donde las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando. El paquete de movilidad limpia es la última de una serie de propuestas encaminadas a reforzar el liderazgo mundial de la Unión Europea en materia de transporte sostenible. Según el comisario Miguel Arias Cañete, «la carrera mundial para el desarrollo de vehículos limpios ya ha comenzado».

Habida cuenta de que alrededor de una quinta parte de las emisiones de gases de invernadero de Europa proceden del tráfico rodado, la movilidad limpia es una cuestión prioritaria para los responsables políticos de la UE. La Comisión Europea ha formulado una serie de propuestas políticas para fomentar un transporte más limpio en Europa y la más reciente de ellas es el paquete de movilidad limpia.

Se trata del segundo paquete importante de medidas de movilidad que se presentó en 2017. El primero, «Europa en Movimiento», contiene propuestas para abordar la seguridad en las carreteras, la tarificación inteligente de la red vial, la congestión del tráfico, la contaminación atmosférica, las emisiones de CO2 y las condiciones laborales.

Estos paquetes de medidas siguieron a la estrategia europea a favor de la movilidad de bajas emisiones, adoptada en junio de 2016, que establecía las acciones necesarias para mantener la competitividad de Europa en el sector y su capacidad de respuesta ante la creciente demanda de transporte de pasajeros y mercancías.

En muchas regiones del mundo se está realizando un esfuerzo de inversión e innovación en el ámbito del transporte sostenible por carretera, sobre todo en vehículos con emisiones bajas o nulas. Así, China ha implantado una cuota obligatoria de ventas de vehículos de bajas emisiones que entrará en vigor en 2019, y California y otros nueve estados de Estados Unidos han endurecido la normativa existente. La UE podría perder terreno en esta carrera internacional y no puede permitírselo.

Paquete de movilidad
El paquete de movilidad limpia incluye nuevos límites obligatorios de emisiones de CO2 para coches y furgonetas: en 2025 las emisiones medias de los nuevos turismos y furgonetas en la UE deberán ser un 15% más bajas y, en 2030, la reducción debería alcanzar el 30%, en ambos casos con relación a 2019. Asimismo, se plantea un mecanismo de incentivos flexible y neutral en cuanto a la tecnología para los vehículos con emisiones bajas y nulas, a fin de estimular la innovación por parte de los fabricantes.

Estas y otras propuestas deben contribuir a los objetivos climáticos y energéticos de la UE, reduciendo los costes de combustible y promoviendo la capacidad competitiva y el empleo. Entre los principales beneficios que aportarán estas medidas destaca ante todo una reducción de 170 millones de toneladas de CO2 (equivalente a las emisiones anuales de Austria y Grecia) entre 2020 y 2030; una mejor calidad del aire; un ahorro en combustible para los consumidores de unos 18.000 millones de euros anuales; hasta 70 000 nuevos empleos; y una reducción de unos 6.000 millones de euros en la factura anual de importaciones de petróleo de la UE.

La carretera, ante el nuevo reto
Los camiones y autobuses producen alrededor de un cuarto de las emisiones de CO2 del transporte por carretera en la UE y alrededor del 6% de las emisiones totales de CO2 de la UE. El pasado 17 de mayo, la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa que fija las primeras normas de emisiones de CO2 para vehículos pesados en la UE.

Los objetivos propuestos para las emisiones medias de CO2 de los nuevos camiones son:

  • En 2025, 15% menos que en 2019. Este objetivo es obligatorio y se puede lograr utilizando tecnologías que ya están disponibles en el mercado.
  • En 2030, al menos un 30% menos que en 2019. Este objetivo es ambicioso, dando una dirección a largo plazo. Se revisará en 2022 para incorporar información adicional sobre las nuevas tecnologías necesarias para cumplir con este objetivo.

La propuesta también incluye un mecanismo para incentivar la adopción de vehículos de cero y de bajas emisiones, de una manera neutral en tecnología.
Los beneficios esperados con el cumplimiento de estos objetivos incluyen:

  • Reducción de 54 millones de toneladas de CO2 en el período 2020-2030, lo que equivale a las emisiones anuales totales de Suecia.
  • Ahorro de alrededor de 25.000 euros en los primeros 5 años de uso de un camión nuevo comprado en 2025 y hasta aproximadamente 55.000 euros en los primeros 5 años de uso de un camión nuevo comprado en 2030.
  • Ahorro de combustible de hasta 170 millones de toneladas durante el período 2020-2040, con un valor de alrededor de 95.000 millones de euros a precios de hoy.
  • El PIB aumentaría y daría lugar a la creación de alrededor de 25.000 nuevos puestos de trabajo en 2025.
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