19/09/2018 EL EMPRESARIO
Tan solo 1.000 empresas españolas son las responsables de más de la mitad de las exportaciones del país, teniendo en cuenta que el 34% del PIB de España lo genera el sector exterior. En concreto, el 67,5% de la actividad exterior depende de estas grandes empresas, según un informe de CEOE titulado ‘Análisis de la empresa exportadora por tamaño’.
De esta manera, existe una elevada concentración de las exportaciones de la economía en un número reducido de empresas, si bien en los últimos años se ha atenuado ligeramente, ya que en el año 2013 mil empresas acumulaban el 68,1% de las exportaciones, 0,6 puntos más que en la actualidad.
El principal factor que explica la escasa diversificación es el reducido tamaño del tejido empresarial. Las empresas de menos de 250 trabajadores suponían en el año 2015 el 97,7% del total de empresas exportadoras, albergando algo menos del 50% del total del volumen de producción exportado. Esta proporción de pymes en el total de empresas exportadoras supone una reducción con respecto a la participación observada para el conjunto de la economía, donde el número de pequeñas y medianas empresas se eleva al 99,9% del total.
Solo el 3% de las empresas de menos de 200 trabajadores participan en el sector exportador, mientras que más de la mitad de las firmas de más de 200 trabajadores tienen clientes en el exterior. El gran predominio del primer grupo de empresas hace que, atendiendo al total de empresas de la economía, la proporción de estas que vende al exterior se sitúe también en torno al 3%.
En cifras absolutas, y según los datos disponibles en AEAT, en 2015 había en total en torno a 96.000 empresas exportadoras, de las cuales 93.000 eran empresas de menos de 200 trabajadores.
El reducido número de pymes que exportan frente a las grandes empresas, explica el director del Departamento de Asuntos Económicos y Europeos de CEOE, Bernardo Aguilera, se debe a la forma del tejido empresarial y a las diferencias de producto: «La mayor parte de las pymes exportan comercio al por mayor, mientras que las grandes lo hacen con las manufacturas».
En concreto, las grandes empresas preponderan en el volumen exportado de la industria de manufacturas, sector que concentra más de dos tercios del total de exportaciones. Por su parte, las pymes albergan el 72% de las ventas al exterior que se encuentran bajo la rúbrica de “comercio”, el segundo sector más relevante (28% del total).
Además, dentro de las empresas pequeñas y medianas, se observan importantes diferencias: del total de micropymes (empresas de hasta 9 trabajadores) solo el 2%, cerca de 62.000, realiza exportaciones, cifra que se eleva al 41% para empresas medianas, de 50 a 200 trabajadores, lo que en términos absolutos supone alrededor de unas 31.000 compañías.
En términos de volumen, las micropymes exportaron el 11% del total, las pequeñas empresas el 14%, mientras que las empresas medianas respondieron por el 24% de las exportaciones. Por su parte, las grandes empresas fueron responsables de un poco más de la mitad del volumen total exportado.
Detrás de esta menor propensión a exportar de la pequeña y mediana empresa subyacen, de acuerdo con el informe de CEOE, algunas factores asociados al tamaño que favorecen la expansión internacional de las empresas de mayor dimensión, entre otros: la cantidad de recursos disponibles, tanto financieros como no financieros (personal, conocimiento), la capacidad de asumir riesgos y enfrentarse a entornos de incertidumbre o la posibilidad de aprovechar economías de escala.
Por otro lado, las empresas españolas no acostumbran a exportar a muchos territorios distintos. De hecho, más de la mitad de las firmas tienen como socio comercial en sus exportaciones a un único país, y un 80% concentraba a todos sus clientes extranjeros en 1 o 2 países como mucho. Justo las conclusiones opuestas que se obtienen cuando se atiende al volumen exportado: las empresas con un único socio comercial apenas representaron el 2,4% del total de exportaciones.
Mientras, las empresas con clientes de sus exportaciones en más de 20 países, que solo representaban el 6% del total de empresas, facturaban casi el 70% del total de exportaciones.
Estabilidad de las exportaciones
«Cuanto mayor es la empresa, más estable es la exportación», explica Bernardo Aguilera. Las pymes españolas tienen una menor continuidad en sus exportaciones que la que muestran las grandes empresas. En concreto, son los tramos de empresas de menor tamaño, (micropymes y pequeñas empresas) las que presentan una proporción más reducida de exportadores estables (menos de un 40%, y poco más del 60%, respectivamente), no habiendo diferencias muy significativas a partir de este tamaño (el 76% de las empresas medianas eran estables en 2015, frente al 80% en el caso de las grandes).
Son las empresas estables las que aportan el grueso del volumen de producción en la estructura exportadora del país, por lo que tienen una relevancia crítica a la hora de estudiar la evolución del comportamiento de las exportaciones. Algunos estudios que abordan esta cuestión plantean que la mayor experiencia adquirida en los mercados internacionales permite consolidar la posición de la empresa, aumentando el volumen promedio intercambiado.
A su vez, la probabilidad de supervivencia en el comercio exterior es mayor entre las compañías que efectúan transacciones de cuantías elevadas. Al estudiar la evolución entre 2010 y 2015 de la proporción de empresas exportadoras en función del tamaño empresarial, se observa un patrón compartido, con una primera fase de descenso, explicada por el intento de muchas empresas de compensar la atonía de la demanda interna con ventas en el exterior, que provocó un aumento de las exportadoras no regulares superior al de las regulares.
Posteriormente, a partir de 2013, comienza a revertirse este movimiento, conforme se fue asentando la recuperación: la proliferación de exportadoras no regulares se ralentiza, mientras continúan estabilizándose más exportadoras gracias a la experiencia adquirida en los años previos.