La revuelta de los ‘chalecos amarillos’ en Francia ya cuesta a España más de dos millones al día

04/12/2018 LA VANGUARDIA

Después de semanas de movilizaciones, la revuelta de los chalecos amarillos comienza a ser un problema más allá de las fronteras galas. El sector del transporte español y el de la agroalimentación ya han dado las primeras señales de alarma.

Desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) explican que los problemas de circulación, el corte y los bloqueos de carreteras en los alrededores de París y otras zonas del país han afectado de lleno a la industria exportadora española y calculan que el impacto económico “supera los dos millones de euros de media al día”, según asegura Dulsé Díaz, director de Comunicación de la CETM. El ministerio de Fomento, por su parte, todavía no ha hecho una valoración de los posibles daños ocasionados por el conflicto.

Jornadas que no se cobran
“Son jornadas que no se trabajan y no se cobran. Eso en el mejor de los casos, porque para quienes transportan mercancía perecedera además las pérdidas pueden aumentar bien porque la mercancía llegue estropeada o incluso no en perfecto estado y no se la acepten en el destino. En ese caso, te tienes que volver con ella, con lo que además pierdes el trasporte siguiente que tenías asignado. No solo no facturas sino que la imagen que se da los clientes por no llegar a tiempo es pésima”, explica Díaz.

Efectivamente, los exportadores de frutas y verduras frescas fueron los primeros en dar la voz de alarma porque su preocupación es “máxima”. “El mantenimiento de esta situación puede generar graves perturbaciones en los mercados de origen de las frutas y hortalizas frescas, teniendo en cuenta el carácter perecedero de los productos y la fuerte dependencia del sector de los mercados comunitarios, a los que se destina el 94% de nuestras exportaciones, considerando que la práctica totalidad de los envíos deben pasar por Francia”, explican desde la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX).

Productos perecederos que se estropean
Además, aseguran que noviembre es uno de los meses más fuertes de la exportación hortofrutícola. En noviembre de 2017, por ejemplo, se exportaron 1,2 millones de toneladas valoradas en 1.163 millones de euros.

Por ello, tras las primera semana de movilizaciones esta organización empresarial ya envió sendas cartas a la administración nacional por un lado, dirigidas al secretario General de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda; a la directora general de Producciones y Mercados, Esperanza Orellana y a la Consejera de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Embajada de España en París, María José Hernández.

También se han dirigido por escrito a la comisaria de Mercado Interior e Industria, Elzbieta Bienkowska y al Comisario de Agricultura, Phil Hogan. Desde el equipo de Bienkowska aseguran estar monitorizando la situación y en contacto con las autoridades francesas.

Reclaman protección a las autoridades

Mientras, desde el ministerio de Agricultura ha explicado a La Vanguardia que desde que comenzó el conflicto se ha actuado “siguiendo el procedimiento habitual para este tipo de acciones que atentan contra la libre circulación de mercancías y de personas, dentro del mercado único”. Esto significa que se han trasladado a la ministra de Asuntos Europeos francesa las preocupación por lo acontecido y las repercusiones de la situación.

“Se han emitido misivas se insta a las autoridades nacionales y comunitarias para que velen por facilitar la libre circulación de mercancías entre los Estados miembros del mercado de la Unión Europa, recogida en las normas comunitarias. Y se pide a ambos organismos que insten al Gobierno francés a adoptar todas las medidas necesarias para restablecer la libre circulación de mercancías en su territorio.

La información facilitada por Agricultura también explica que el “ Ministerio de Asuntos Exteriores se notificó a la Comisión Europea informe de los hechos solicitando que se tomase nota de los incidentes y se contactase con las autoridades francesas para saber qué medidas se van a poner en marcha para impedir que los bloqueos continúen produciéndose”.

“La situación no es nueva. Se repite casi cada año con diferentes motivos. Unas veces la leche otras la carne… Lo cierto es que a los camiones españoles se les dificulta el tránsito por Francia con la gendarmería y la televisión francesa como testigos. Y como sucede ahora nadie hace nunca nada”, se lamenta Dulsé Díaz, cuya federación también ha trasladado la alerta por estas pérdidas al ministerio de Fomento.

La situación se ha complicado aún más tras el recrudecimiento de las tensiones que ha tenido lugar este fin de semana. En la hoja de ruta de los transportistas españoles estaba previsto que las nuevas protestas no comenzaran hasta el próximo cinco de diciembre, tal y como habían advertido a sus socios a través de redes sociales. Pero el sábado miles de transportistas y automovilistas sufrieron retenciones kilométricas en el paso fronterizo de Biriatou, donde los piquetes impidieron el paso de los camiones procedentes Irún.

La situación fue a más este lunes cuando “las retenciones en La Junquera llegaron a superar los 15 kilómetros y algo menos en Irún”, según explica Dulcé Díaz.

Más planificación de los viajes
La intensificación de los altercado ha movilizado a más organizaciones. Por ejemplo, los empresarios del sector agroalimentario castellano manchego, alerten de que sus cargamentos de vino están paralizados en plena campaña. Aseguran que “que entienden y comparten las reivindicaciones de los franceses por la subida del precio del carburante, pero se quejan en la prensa de que “la protesta se haga a su costa”.

También la Asociación de Empresarios de Transporte de Baja Temperatura (Atfrie) y la Asociación del Transporte Internacional por Carretera en España (Astic), entre otras, se ha dirigido al ministro de Fomento, José Luís Ábalos para que “que actúe rápidamente y se tomen medidas junto con sus homólogos galos”.

Por su parte, desde CETM confirman que la Directora General de Transportes, Mercedes Gómez, “se ha comprometido a hablar con su homóloga francesa”. “Vamos a confiar en que, como en esta ocasión también perjudica a sus camiones, la gendarmería sea más contundente”, asegura Dulcé Díaz.

El conflicto ya está traspasando las fronteras galas
Mientras eso ocurre las organizaciones empresariales como Fepex y CETM han desplegado un dispositivo de apoyo a los transportistas informando lo más actualizadamente posible de la situación en Francia. “Pero esta gente es imprevisible, cada día aparecen en un sitio diferente porque ya no solo es París o la frontera, cada día dan el susto en un sitio”, advierte Dulcé Díaz. Por ello, ambas organizaciones han recomendado a sus asociados que “planifique lo más posible las rutas y accedan a páginas web en las que se puede estar informado de la situación de las carreteras francesas y del conflicto, como son Vinci Autoroutes o Linternaute”.

Mientras tanto, el recuento de pérdidas continúa y la preocupación por este movimiento de protesta se acrecienta por su capacidad de contagio a otros países. En Bélgica ya se han dado los primeros conatos y en España durante el fin de semana las redes sociales han recogido la actividad de indignados que quieren seguir el ejemplo francés y reclaman adeptos para un movimiento cuya principal característica es carece de líderes, con lo que cualquier negociación e intento de control es mucho más complicado.

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