08/04/2019 TRANSPORTE XXI
Representantes de asociaciones y empresas cargadoras reclaman que, ante la negativa de los transportistas a alcanzar un acuerdo sobre la medida, debe ser la Administración la que apruebe la implantación de las 44 toneladas en España. Así lo pusieron de manifiesto en la jornada sobre ‘Pesos y dimensiones en el transporte de mercancías. Las 44 toneladas, a debate’ organizada por la patronal logística UNO el pasado viernes en Madrid.
“Nada menos que 11 de los 15 países de la primera UE tienen ya las 44 toneladas, ¿a qué estamos esperando en España?”, apuntó Eugenio Vila, responsable de Logística para el sur de Europa de Henkel y directivo de Aecoc. “Llevamos años con excusas tras excusas, pero luego nuestras empresas de transporte hacen cabotaje en Europa con 44 toneladas”, afirmó. Vila aseguró que “el diálogo es necesario, pero hay diálogo si las dos partes quieren, si no es imposible”.
A su vez, el director de Logística de Celsa Group y presidente de Aeutransmer, Carlos Castán, se refirió a la amenaza de paro protagonizada por los representantes de los transportistas para afirmar que “no entiendo qué voluntad de diálogo es ésa”. Castán señaló que “no se pueden marcar como condiciones para aplicar las 44 toneladas que haya un cambio radical en un mercado tan complejo como el del transporte, por lo que me parece un planteamiento como mínimo sorprendente”.
Miguel Valverde, secretario general de CETM, tomó la palabra para señalar la desconfianza de los transportistas ante las 44 toneladas porque “existe normativa en vigor que no se cumple por parte de los cargadores, ya sea en la carga y descarga, plazos de pago, etc”. Ante esta situación, “hasta que no se ganen la confianza no se puede abordar una medida como ésta”, afirmó. A su vez, José María Quijano, director de Relaciones con la UE en CETM, recordó ante la insistencia de los cargadores por las 44 toneladas que “hay otro tipo de ineficiencias que hay que tener también en cuenta, porque parece que el sector del transporte es caprichoso y nos negamos a esto porque sí, pero existen otros temas encima de la mesa que hay que debatir conjuntamente”.
Carlos Castán aseguró que los cargadores también apuestan por el ganar-ganar y puso como ejemplo que su compañía también tiene plantas de producción en Francia, donde están en vigor las 44 toneladas desde hace unos años, y “nosotros seguimos pagando las mismas tarifas por tonelada, por lo que el transportista factura más”.
El presidente de Aeutransmer insistió en que “es una medida necesaria, sencilla, que tiene impacto en la huella de carbono y soluciona el problema de la falta de conductores”.
A su vez, José Hernández, director de Operaciones de Palletways Iberia, apuntó que “el problema del transporte es que es un sector muy atomizado y el miedo es no poder transmitir los costes al mercado”. En este sentido, “a lo mejor es el momento de que la Administración regule las 44 toneladas y de paso haga cumplir todo lo que actualmente no se cumple de la normativa vigente”.
Por su parte, Francisco Aranda, secretario general de UNO, convino que “si es posible transportar más mercancía por trayecto se reducen costes y emisiones contaminantes”, por lo que “estoy convencido de que las 44 toneladas van a ser una medida que va a mejorar nuestro sector”.
En representación de la Administración, Mercedes Gómez, directora general de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, mantuvo una posición aparentemente neutral. Gómez, eso sí, apuntó que “animo a transportistas y cargadores a entablar de nuevo conversaciones y para ello ofrecemos la intermediación del Ministerio”.
Gómez puso sobre la mesa una serie de datos sobre las 44 toneladas, como que su implantación sólo afectaría al 9 por ciento de las operaciones de transporte actuales, al 11 por ciento de los vehículos-kilómetro en el transporte interno de mercancías y al 25 por ciento de las toneladas-kilómetro totales. La responsable de Fomento señaló también que los costes vehículo-kilómetro crecen un 2,9 por ciento con las 44 toneladas y que, por el contrario, el coste por tonelada-kilómetro transportada disminuye entre un 5 y un 11 por ciento.
Gómez concluyó que con las 44 toneladas “puede haber un ahorro en el conjunto del transporte, pero es relevante ver cómo se repercute este ahorro en los diferentes actores que participan en el mismo”.