03/09/2019 EL VIGÍA
Ayer lunes se cumplió un año de la resolución que prohíbe la circulación para vehículos pesados en varios tramos de la N-340 y la N-240, y el desvío obligatorio de estos vehículos a la AP-7 y AP-2, respectivamente. Según el Servei Català de Trànsit, desde la puesta en marcha de estas medidas la siniestralidad se ha reducido un 46% en los corredores donde se ha aplicado. La media anual de accidentes con muertes y heridos graves en estos corredores ha pasado de 68 a 37 y la media anual de accidentes mortales ha pasado de 24 a 13,5.
Según el SCT, las restricciones para vehículos pesados de cuatro o más ejes en determinados tramos de las carreteras N-II (en Girona, vigente desde abril de 2013), N-340 (Tarragona) y N-240 (Lleida) y el desvío a las autopistas de peaje constituyen una alternativa “más segura, de más capacidad y mejor trazado, cuyo objetivo es reducir la accidentalidad en estos ejes viarios, así como contribuir a descongestionarlos y mejorar la movilidad y la seguridad viarias de estos tres corredores”.
Reducción de la siniestralidad
Por tramos concretos, la media anual de accidentes con muertos y heridos graves en el corredor N-II/AP-7 entre Vidreres y La Jonquera ha pasado de 35 a 19, una reducción del 46%. En el caso del corredor N-340/AP-7 en el tramo Altafulla-Vilafranca del Penedès, la media anual ha pasado de 12 a 4.5, una reducción del 63% y en el tramo Alcanar-Hospitalet de L’Infant, la media ha pasado de 17 a 10, una reducción del 39%. Finalmente, en el corredor N-240/AP-2 del tramo Montblanc-Les Borges Blanques se ha pasado de 3,7 a 3, lo que supone una reducción del 19%.
El Servei Català de Trànsit quiere agradecer la “indispensable colaboración del sector del transporte para hacer efectivas estas medidas” y recuerda que desde el inicio de estas restricciones se han establecido unas bonificaciones para este colectivo, que suponen una “importante” reducción de su precio.