Un estudio holandés asegura que los camiones GNL contaminan hasta cinco veces más que los diésel

20/09/2019 EL VIGÍA

Un informe de la organización holandesa de investigación independiente TNO, realizado por encargo del ministerio holandés de Infraestructura y Gestión del Agua, concluye que los camiones a gas natural licuado (GNL) contaminan el aire hasta cinco veces más que los camiones diésel.

Los resultados publicados este jueves por Transport & Environment (T&E) contradicen las afirmaciones de los fabricantes de camiones, que establecen que los camiones a gas reducen las emisiones de óxido de nitrógeno en más de un 30%.

En las pruebas de carretera realizadas, que combinó rutas por zonas urbanas, regionales y autovías, los tres camiones a GNL probados emiten entre dos y cinco veces más óxido de nitrógeno que el camión diésel con el resultado más reducido. Desde T&E señalan que los camiones propulsados por biogás tendrían las mismas emisiones de contaminantes atmosféricos que los camiones que funcionan a gas fósil, “dado que las características del combustible son las mismas.”

Los resultados muestran, además, que los tres camiones a gas analizados producen niveles de emisiones de partículas comparables a los de los camiones diésel. “Estos hallazgos contrastan con los anuncios de los fabricantes de camiones que afirman que con los camiones a GNL las emisiones de partículas se eliminan casi por completo”, explican desde T&E.

En el comunicado emitido este jueves, T&E reclama a los gobiernos de la UE que dejen de fomentar el GNL para los camiones “poniendo fin a los tipos impositivos extremadamente bajos de los que disfruta el gas fósil para el transporte en la mayoría de los países”. Stef Cornelis, portavoz de esta organización, considera que “es hora de que los políticos evalúen de nuevo las pruebas y pongan fin a los subsidios a los camiones a gas, a las inversiones en infraestructura de GNL y a las reducciones fiscales para lo que no es más que otro combustible fósil contaminante”.

T&E insiste en criticar el apoyo de los gobiernos de la UE al gas fósil utilizado en el transporte mediante reducciones fiscales, exenciones de peajes y subvenciones. “Sin estas subvenciones no existiría un mercado para el gas en el transporte”, asegura la organización ecologista.

“La industria del gas está desesperada por convencer a los políticos de que los camiones a gas ofrecen un beneficio climático porque quieren que el mercado crezca”, asegura Stef Cornelis. “Los hechos nos muestran que se trata de un combustible fósil como el petróleo y el carbón, por lo que debe eliminarse”, concluye.
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