17/01/2020 PUERTOS Y NAVIERAS
Los profesionales del transporte y de la logística sufren las consecuencias de las operaciones de «puertos muertos» decretadas desde el 5 de diciembre de 2019 por la todopoderosa Federación Nacional de Puertos y Muelles (FNPD), según informa actu-transport-logistique.fr. A pesar de los anuncios de Edouard Philippe este fin de semana, se ha puesto en marcha un nuevo paro de 72 horas.
«El negocio del transporte de mercancías está en peligro. Sin puertos, no puede haber comercio exterior. Hago un llamamiento oficial a las autoridades nacionales y locales para que desbloqueen la situación a fin de garantizar la libre circulación de personas y bienes», ha manifestado Herbert de Saint Simon, presidente de TLF Overseas. «Nuestro gobierno necesita urgentemente ser consciente de las consecuencias de esta situación para la competitividad de la industria marítima. Pedimos expresamente que el gobierno nos reciba al final de la semana».
El presidente de Setcargo, Philippe Chevalier, denuncia las trabas de los manifestantes para acceder al puerto de Le Havre y a Port-Saint-Louis-du-Rhône. «El personal no puede llegar a los almacenes del grupo para recoger los contenedores y ponerlos a disposición de los armadores. En los DOM TOM, las mercancías empiezan a agotarse en las tiendas y negocios. Las empresas ya no vienen a Le Havre, sino que cargan en Zeebrugge y Amberes», lamenta Chevallier.
Como fabricante e importador de luminarias, Batimex se había visto afectada por las huelgas relacionadas con la reforma del estatuto de los puertos. Diez años después, la historia se repite. «Si dura, tendremos que pedir a nuestros proveedores que se olviden de Marsella a partir de ahora y que carguen hacia Barcelona o Zeebrugge. El Año Nuevo Chino comienza esta semana y hasta el 15 de febrero no tendremos más envíos. Así que el daño está hecho, es demasiado tarde para que los contenedores floten hasta Fos», asegura Jean-Yves Baeteman, presidente de Batimex.
Thibaut San Galli, director de transporte en el extranjero de Marketing y Distribución de Nestlé Waters y portavoz de los transportistas del Sindicato Marítimo y Fluvial de Marsella-Fos, ha asegurado que «las cadenas logísticas están sufriendo, la rentabilidad ya no existe, ya que la carga se desvía a los puertos extranjeros. La pérdida de visibilidad en nuestra cadena de suministro nos impide tomar decisiones. El cambio de ruta de los productos es extremadamente caro».
En una carta enviada el 13 de enero a todas las compañías navieras que operan en los puertos franceses y a las empresas estibadoras, Eric Hémar, presidente de TLF y Herbert de Saint Simon, presidente de TLF Overseas, solicitaron la exención de las huelgas diarias en el cálculo de las tasas por estacionamiento, seguridad, conexión de contenedores frigoríficos, detenciones y demoras.
Como eslabón esencial de la cadena logística, los transportistas por carretera se ven muy afectados por este conflicto empantanado. «Es necesario tomar medidas específicas de inmediato, en particular en lo que respecta a las empresas que trabajan con los puertos en cuestión», considera Jean-Christophe Pic, presidente de FNTR.
Marc Grolleau, presidente de AFTRI, habla de la desaparición del tráfico ro-ro en Marsella. «Nuestros clientes del sector de la automoción y de las tecnologías de la información están abandonando el roll-on/roll-off de los contenedores y ahora utilizan los puertos del norte», comenta el fundador de Transcargo, que incluso está pensando en trasladar su negocio a Barcelona.
Otra organización de transporte por carretera que reaccionará el 14 de enero es la la OTRE. «El Gobierno no puede permanecer impasible ante una forma de sabotaje de la economía portuaria en general y del transporte por carretera en particular», denuncia la organización que pide ser recibida por el Primer Ministro.
En el principal puerto de Francia para el transporte de contenedores, a los transportistas por carretera, que manejan el 85 % de los flujos tanto de importación como de exportación, les ha resultado imposible trabajar durante el último mes, incurriendo en costes operativos adicionales y pérdidas colosales en el volumen de negocios.
