24/01/2020 TRANSPORTE XXI
El sector del transporte necesita “certeza” a la hora de participar en un proceso de descarbonización con el que está plenamente identificado. El presidente del Comité Nacional, Carmelo González Sayas, que se congratuló de la nueva denominación del Ministerio de Transportes, mostró su preocupación por la fiscalidad y la estabilidad regulatoria a medio y largo plazo en este contexto de transformación energética, en el marco de la presentación del ‘Observatorio del transporte y la logística en España’ celebrado ayer en Madrid.
González advirtió que se plantean objetivos, como el de la reducción de un tercio de las emisiones del transporte en 2030, que “no sé si los fabricantes de vehículos van a ser capaces de llegar a él, ni tampoco si los transportistas podremos asumirlo”. En todo caso, dejó claro que “el Comité Nacional va a colaborar para tratar de conseguir los objetivos del Estado”.
En la misma línea, el presidente del Comité reclamó que no se impongan medidas que no se van a poder cumplir, por lo que pidió reflexión sobre los pasos que se van dando. Además, exigió apostar por el principio de la neutralidad tecnológica, puesto que “en los próximos años vamos a convivir con todas las tecnologías”, González recordó que la inversión también es un factor clave, ya que la diferencia entre un camión de 480 CV de gas natural frente a un diésel es de entre 30.000 y 40.000 euros más.
“El cliente también tiene que ser consciente de que el vehículo ecológico es más caro”, matizó el presidente del Comité, y “la Administración tiene que invertir para que no haya riesgo de que nos quedemos tirados para repostar si usamos las alternativas al diésel”.
La presentación del ‘Observatorio del transporte y la logística en España’ sirvió para recalcar que el valor añadido bruto del sector creció un 5,2 por ciento en 2018 y subió por encima del PIB nacional por tercer año consecutivo. “Esto significa que el sector tira de la economía española”, reconocieron los responsables del estudio.
Otro dato positivo es que el sector crece en número de empleados por encima de la media de la economía española, impulsado principalmente por la actividad de almacenamiento que ha incrementado un 40 por ciento sus plantillas desde 2008 a 2018.
En relación con el reparto modal, la carretera sigue dominando con suficiencia en lo que a la movilidad interior se refiere, con un porcentaje del 94,9 por ciento, seguida por el marítimo con un 3,51 por ciento y el ferrocarril con un 1,6 por ciento. Por su parte, en la movilidad exterior, es decir, en el transporte más allá de nuestras fronteras, el dominio recae en el marítimo con un 79,74 por ciento, seguido de la carretera con un 19,39 por ciento, el ferrocarril con un 0,72 por ciento y el avión con un 0,15 por ciento.
