La Comunidad Portuaria de Barcelona destaca la apuesta ambiental

28/01/2020 TRANSPORTE XXI

La comunidad portuaria de Barcelona destaca el compromiso del puerto de Barcelona en reducir la huella ambiental de las mercancías a su paso por la dársena catalana tras la reciente controversia sobre el impacto ambiental que el puerto provoca en la ciudad de Barcelona.

“Intentar negar a estas alturas que no existe un problema de contaminación atmosférica es negar una evidencia. Me uno a aquellas voces que reclaman medidas para intentar reducir las emisiones contaminantes. Pero, eso sí, sin caer en el error de proponer soluciones populistas como hace últimamente el Ayuntamiento de Barcelona”, señala Emili Sanz, presidente de Ateia-Oltra Barcelona. En las reuniones del consejo de administración de la Autoridad Portuaria, “raro es que no se ponga sobre la mesa cuestiones encaminadas a reducir o, incluso, eliminar las emisiones contaminantes”. Hay que “resaltar la innegable y extrema sensibilidad del puerto en relación a este tema tan importante como es la reducción de emisiones de óxidos de nitrógeno, dióxido de carbono, partículas en suspensión y óxido de azufre”, añade el presidente de Ateia-Oltra, que destaca proyectos como la electrificación de los muelles o el uso de otras fuentes alternativas de energía como el hidrógeno.

“Desde nuestro puerto y desde la gran mayoría de la industria marítima, hace tiempo que se ha tomado conciencia sobre los efectos medioambientales del transporte”, señala Jordi Trius, presidente de la Asociación de Consignatarios de Buques de Barcelona. Es más, “hace años que se están implementando regulaciones y se toman medidas, como la reciente IMO 2020”. Y para cumplir esta norma, “muchos armadores están inmersos en planes de inversiones muy importantes para cambiar a energías y motores menos contaminantes”. Para el presidente de la Asociación de Consignatarios, “nunca debemos perder de vista ni de contexto que el transporte marítimo es el más eficiente y limpio por tonelada transportada”. Ni tampoco que “es un elemento insustituible como facilitador del comercio internacional y, por tanto, del desarrollo económico”.

El Ayuntamiento de Barcelona achacó al enclave portuario la emisión de 5,3 millones de toneladas de CO2 anualmente. Estas cifras no se ajustan a la realidad ya que suman todos los viajes que hacen en sus rutas marítimas internacionales los barcos que han escalado alguna vez en Barcelona durante un año, según la Autoridad Portuaria. Es decir, el Ayuntamiento atribuye al recinto catalán todas las emisiones de un portacontenedores que cubre, por ejemplo, una ruta entre Asia y Europa escalando en numerosos puertos. La actividad portuaria genera en realidad unas 315.000 toneladas de emisiones de CO2 anualmente, de acuerdo con los cálculos del puerto. Y ello supone que el puerto emite diez veces menos de emisiones que la ciudad de Barcelona.

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