14/02/2020 AEUTRANSMER
En palabras de la Secretaria General de Aeutransmer, “Desde el punto de vista del cargador, y como para cualquier otro proveedor, el servicio y el coste son los dos aspectos clave para que los puertos españoles contribuyan a la mejora de la competitividad de las exportaciones de nuestras empresas”.
Las tasas suponen un 20% de los costes portuarios mientras que “el sistema de puertos españoles genera recursos por encima de las necesidades de operación e inversión, lo que demuestra que existe margen para una reducción de la tasa de mercancías que abonamos los cargadores”. Además, esta tasa no tiene equivalente en nuestro entorno, y su diferenciación por tipo de mercancías no tiene racionalidad económica. Los cargadores proponemos reducir las tasas portuarias en un 10% en su conjunto.
También apuntó Lacaci a la necesidad de digitalizar la comunidad portuaria. Las comunidades portuarias son entornos complejos, altamente regulados, y con muchos actores, que deben intercambiar información y mercancías de la manera más ágil, fiable y eficiente posible. Sin embargo, en este escenario, siguen existiendo procesos sin informatizar y muchas operaciones aún son manuales o basadas en el papel. Las tecnologías de información deben impulsar la mejora del funcionamiento de las comunidades portuarias y precisamente en esto está trabajando el OPPE a través del proyecto SIMPLE.
Otro requisito que suma la Secretaria General de Aeutransmer para facilitar el tráfico internacional de mercancías por vía marítima, es el de agilizar las gestiones fronterizas, que comprenden todas las operaciones necesarias para la importación o exportación de mercancías, tanto en aspectos comerciales y aduaneros, como de seguridad industrial o sanitaria.
Los retrasos en los procedimientos fronterizos perjudican a exportadores, importadores, transportistas, transitaros y agentes de aduanas; reduciendo la competitividad de la industria española y encareciendo la import/export dice la representante de Aeutransmer. Algunos tráficos de importación se desvían a otros puertos europeos, debido que los procesos de inspección son allí más ágiles (servicio aduanero en fin de semana, mismo criterio de inspección entre PIFs, requisitos más facilitadores que fiscalizadores, mejor coordinación entre organismos inspectores, etc.).
Por último, opina Nuria Lacaci que se debe revisar la situación de los servicios de estiba y transporte que pueden suponer entre el 50% y el 60% del total de los costes portuarios. Por un lado, los servicios de transporte portuario no siempre cumplen las reglas de libre mercado y, por otro, la estiba de mercancías tiene pendiente todavía la aprobación del V Acuerdo Marco que deberá clarificar cuestiones fundamentales como la formación. La situación actual de la estiba se traduce todavía en costes operativos altos, y en una falta de flexibilidad y productividad.
El puerto, como otras instalaciones logísticas, es una parte más de la cadena de suministro productiva, y todos sus actores deberían estar orientados a ofrecer servicio a los clientes finales: cargadores y destinatarios.