25/05/2020 REVISTA TRANSPORTE AL DÍA
Las negociaciones entre Reino Unido y la Unión Europea para definir el marco legal del Brexit están en una fase delicada. Los intereses de una y otra parte han provocado que no se haya dado casi ningún avance en la tercera ronda de negociaciones, todo mientras se producen una serie de movimientos desde el Ejecutivo británico para imponer algunas de sus condiciones. De hecho, el Gobierno de las islas ha dado a conocer el nuevo régimen arancelario (NFM) de Reino Unido, denominado ‘Arancel Global del Reino Unido’ (UKGT).
El UKGT sustituirá al Arancel Externo Común de la Unión Europea a la finalización del Periodo de Transición del Brexit, por lo que será válido desde el 1 de enero de 2021. Será por lo tanto la base legal para las transacciones con el Reino Unido, una nueva tarifa adaptada a las necesidades de la economía del país y que permitirá importar bienes del extranjero a todas las empresas de manera más fácil y barata. El UKGT se dibuja como un régimen arancelario más simple, fácil de usar y más bajo que el Arancel Externo Común de la UE, aunque se regulará en libras.
El objetivo del UKGT es eliminar burocracia y otras barreras innecesarias para el comercio, lo que se traduce en una reducción en costes logísticos y en un mayor abanico de opciones para que los consumidores e industrias del Reino Unido tengan un escenario competitivo dentro del mercado global. Según explican desde el Ejecutivo británico, el UKGT simplifica casi 6.000 líneas arancelarias gracias a la eliminación de las variaciones de tarifas innecesarias, el redondeo de tarifas a porcentajes estandarizados y la eliminación de otras tarifas.
De hecho, el UKGT elimina la siempre compleja tabla de ‘Measuring’ de la Unión Europea, lo que permite desechar miles de variaciones arancelarias -se estiman que 13.000- en productos de uso común como pueden ser las galletas. De hecho, se estima que el nuevo Arancel Global del Reino Unido permitirá que el 60% del comercio de entrada a Reino Unido lo hago libre de aranceles gracias al acuerdo preferencial que existirá con la Unión Europea. De igual forma, sí se mantendrán los aranceles en productos de agricultura, la ganadería, la pesca o la automoción, entre otros.
