12/04/2016 DIARIO DEL PUERTO

 

La tensión en la estiba valenciana va en aumento. Si las distancias entre trabajadores y empresas no fueran suficientes, en los últimos días se han sucedido nuevos acontecimientos que han llevado la situación al borde del colapso. Ayer mismo los trabajadores celebraron una asamblea general extraordinaria «ante los últimos acontecimientos que han acentuado el conflicto con la empresa, y debido a la delicada situación actual».
Y es que las empresas parece que ya no están dispuestas a ceder. Después de la fallida reunión del jueves entres SEVASA con el Comité de Empresa, las empresas detectaron una caída selectiva de la productividad (solo en determinadas manos), que acabó el viernes con el despido de una de dos de esos grupos de trabajadores que operaban en TCV.
Los estibadores, tal y como recordaron ayer, siguen empeñados en exigir el ingreso en el censo de la totalidad de los aspirantes que aprobaron las pruebas de acceso (160 en total, de los que 25 ya han ingresado y otros 25 están en proceso), y que la empresa deje de contratar eventuales creando un grupo 0 o de fijos discontinuos. Asimismo, también pretenden llegar a un acuerdo para firmar definitivamente el convenio colectivo, cuya negociación consideran abierta desde el pasado año.
Las empresas, por su parte, creen necesario ampliar la bolsa de eventuales para dar respuesta a las necesidades reales de la operativa del puerto de Valencia (con importantes carencias en recepción y entrega) y a las bajas que se producirán el próximo verano con las vacaciones, ampliando el censo en caso de que los tráficos así lo demanden.
La actuación del comité de empresa cuenta con el refrendo de la plantilla y de todos los sindicatos. Los estibadores, tal y como publicó este Diario la pasada semana, no descartan la presentación de un preaviso de huelga.
Finalmente, otro de los asuntos que ha incrementado la tensión de los trabajadores es, según publicó El Mundo el pasado fin de semana, la desestimación de una demanda interpuesta contra SEVASA en su día por 49 estibadores en la que solicitaban el complemento de antigüedad que se cobraba justo antes de su ingreso en la sociedad de estiba y que fue suprimido con la entrada en vigor del III y IV Acuerdo Marco.