20/11/2019 TRANSPORTE XXI

Renfe Mercancías no ha logrado variar el rumbo en materia de optimización de sus trenes y volvió a registrar una nueva caída el pasado año. La pública cerró el ejercicio 2018 con un retroceso tanto en ingresos por kilómetro-tren, como en toneladas transportadas por tren, así como en el porcentaje de carga comercializada por convoy.

En el caso de los ingresos por kilómetro-tren, el operador ferroviario alcanzó el pasado año una media de 12,83 euros, lo que supuso una caída del 1,8 por ciento. Mientras, las toneladas por tren que transportó Renfe Mercancías se situaron en una media de 392 el pasado año, lo que representa también un descenso del 0,7 por ciento.

Además, la pública alcanzó un porcentaje de aprovechamiento de sus unidades, indicador que mide la relación entre la carga neta y la bruta que transporta cada convoy, del 40,6 por ciento en 2018, lo que supone un nuevo retroceso del 1 por ciento. La pérdida en este terreno se eleva hasta los tres puntos en el último lustro, según datos del informe de gestión de la compañía.

Precisamente, en el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre el mercado ferroviario de mercancías, fechado en diciembre, se señalaba que este indicador, si bien viene también deteriorándose en las empresas alternativas, sigue siendo superior al de la pública.

El aprovechamiento cayó en todos los nichos de negocio de la filial de mercancías de Renfe. En el caso del intermodal se situó en el 44,15 por ciento en 2018 frente al 45,71 del ejercicio anterior. El menor nivel de aprovechamiento se registró en la actividad de transporte de automóviles con un 26,11 por ciento frente al 27,53 del año anterior. Mientras, multiproducto bajó del 40,81 al 40,12, siderúrgicos del 44,83 al 43,57 y ancho métrico, que fue el que más cayó, del 56,74 al 48,02.

Renfe Mercancías trata de hacer frente al significativo descenso en algunos de sus tráficos más tradicionales, como es el caso del carbón. El pasado año, la pública lo cerró con un movimiento de 284 millones de toneladas-kilómetro de carbones, lo que supuso un descenso del 22,8 por ciento. Tan solo los productos siderúrgicos y los vehículos terminados tienen más peso en los tráficos de vagón completo del operador ferroviario público.

Por su parte, el transporte internacional de la pública se vio seriamente afectado el pasado año por la huelga de los ferrocarriles franceses durante toda la primavera. Renfe Mercancías sufrió una caída del 25,2 por ciento en tráfico internacional de vagón completo por tonelada-kilómetro, mientras que en intermodal experimentó un descenso del 11,4 por ciento.

El tráfico de contenedores de la filial de mercancías de Renfe también experimentó un descenso del 2,3 por ciento el pasado año, tras superar los 556.000 TEUs.

En el ámbito intermodal se dio la circunstancia de que el tráfico nacional terrestre creció un 6,5 por ciento en toneladas-kilómetro, después de haber superado los 676 millones. Por el contrario, el tráfico nacional marítimo superó los 789 millones de toneladas, lo que supuso un descenso del 12 por ciento. En conjunto, el tráfico intermodal nacional alcanzó 1.464,7 toneladas-kilómetro, con una bajada del 4,3 por ciento.

Estos datos repercutieron negativamente en los ingresos obtenidos por Renfe Mercancías, como adelantó este periódico en pasadas ediciones. La compañía alcanzó unos ingresos por tráfico de 206,99 millones en 2018, lo que dio lugar a un descenso del 5,4 por ciento. La percepción media también cayó un 1,1 por ciento, al situarse en 3,27 céntimos de euro por tonelada-kilómetro.