18/12/2019 REVISTA LOGÍSTICA TRANSPORTE Y ALMACENAJE
El Ministerio de Fomento ha publicado el estudio informativo para la implementación del ancho estándar en el tramo Castellón-Tarragona del Corredor Mediterráneo, en el de forma indirecta, pero contundente se da la puntilla al ancho ibérico dentro del Corredor Mediterráneo. Con lenguaje técnico desecha la solución del tercer carril que tanta publicidad obtuvo. Da problemas continuos a los trenes de pasajeros y sobre todo a cercanías.
Los tráficos que actualmente soporta la línea Valencia – San Vicente Calders en el tramo Castellón – Tarragona se caracterizan por el predominio de servicios de viajeros (larga distancia, media distancia y cercanías), frente a las mercancías, ambos en ancho ibérico.
En cuanto al tráfico de mercancías, se tiene una media semanal de 44 circulaciones (CIRTRA 2018), operadas por Renfe Mercancías, Transfesa, COMSA Rail Transporte, Low Cost Rail, Logitren, Tracción Rail y Continental Rail.
De acuerdo al Manual de Capacidades ADIF-AV 2017 y tomando como muestra significativa el tramo Castellón-Vandellós, el tramo Castellón – Tarragona presenta una situación de baja saturación de tráfico que ronda entre el 30 % y el 45 % en los surcos horarios más saturados.
En la actualidad, el número de tráficos soportado en el tramo entre Castellón y Tarragona presenta una situación de baja saturación, que se establece entre el 30 y 45 % del máximo de su capacidad, por lo que en este momento no se han planteado soluciones no basadas en el aprovechamiento de la infraestructura existente, como la duplicación de la infraestructura actual, que implicarían mayores costes de construcción y mantenimiento posterior, además del retraso en su puesta en servicio al necesitar el desarrollo de los consiguientes expedientes de tramitación de proyectos, información pública, expropiaciones y licitaciones posteriores.
El estudio Informativo desarrolla una única alternativa consistente en la transformación de las vías existentes al ancho estándar en el tramo de vía doble existente entre Castellón y el cambiador de anchos de La Boella (localizado en Tarragona), tanto en sus vías generales como en todas aquellas que así lo requieran por razones de circulación (vías de apartado), adaptando las instalaciones y elementos de la línea que sea preciso para la correcta explotación de trenes de longitud estándar interoperable (750 m) y garantizando en todo momento la adecuada prestación, capacidad, estabilidad y fiabilidad de los tráficos de viajeros y mercancías.
De esta manera, se da continuidad al Corredor Mediterráneo, habilitando en el tramo objeto de estudio la explotación en ancho estándar de manera exclusiva, tanto en mercancías como en viajeros, mediante un sistema totalmente fiable y ampliamente experimentado, con garantía en el mantenimiento futuro y que no presentara las incertidumbres del ancho mixto.
