El Gobierno avanza en su subida del impuesto al diésel

06/10/2020 EL ECONOMISTA

Los negociadores de los Presupuestos Generales del Estado avanzan en una subida del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos que afecte al diésel y lo equipare en precio a la gasolina. Según fuentes de Moncloa, la idea «está sobre la mesa», aunque reconocen que «no es definitiva».

La subida de impuestos al diésel pretende recaudar casi 2.400 millones adicionales, según las estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Una gran parte de esta recaudación adicional -el 58% de los tipos generales y especiales- y el 50% del IVA va destinado a las comunidades autónomas. Por lo tanto, el Gobierno central no recibiría este dinero al completo, sino que tendría que repartirlo con los gobiernos autonómicos.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ya propuso esta medida desde prácticamente su llegada a Moncloa. En concreto, el 11 de enero de 2019, en Consejo de Ministros, ya aprobó la subida de impuestos al diésel.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró en enero en rueda de prensa que, con su nuevo Gobierno, «no habrá» nuevos subsidios a combustibles fósiles, como el diésel, la gasolina o el gas. En este sentido, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, señaló que en la hoja de ruta del nuevo Ejecutivo la fiscalidad verde «cobra especial interés» en sus planes.
Pedro Sánchez ya anunció en enero de 2019, de cara a la primera campaña electoral del año, la del 28 de abril, su intención de elevar en 3,8 céntimos la carga impositiva del diésel para recaudar en torno a 670 millones de euros. Ahora, la ministra confirma esta vía al asegurar que hay margen para incrementar la presión fiscal.

Se trata de una medida que lo que busca es desincentivar el uso y la compra de coches diésel

El precio de la materia prima, lo que es el petróleo en sí, solo supone un tercio sobre le precio final. La mitad del precio total son impuestos y el resto corresponde a los costes de distribución y a los beneficios para las empresas, que suelen ser de un 15% por litro. Esto supone que, si un consumidor paga 1,2 euros por un litro de diésel, solo 4 céntimos corresponden a la materia prima.

La persecución del diésel es un asunto sobre la mesa desde que el Gobierno tomara el poder. A su juicio, se trata de una medida que lo que busca es desincentivar el uso y la compra de coches diésel en beneficio de otros combustibles alternativos más ecológicos. La normativa europea señala que en 2040 solo se venderán coches eléctricos y en 2050 solo circularán vehículos de cero emisiones.

En el año 2020, entre los meses de enero y agosto, el 27,7% del total de los coches vendidos en España fueron diésel.

2.200 millones de euros

Los subsidios para coches de empresa cuestan 2.200 millones de euros a los contribuyentes españoles, según se desprende de un estudio realizado por Dataforce para la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E), que asegura que «prácticamente» la totalidad de estos vehículos son de combustión, «con la consiguiente contaminación que esto supone». Así, las empresas españolas ahorran unos 1.000 millones de euros.

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