21/01/2021 REVISTA TRANSCAMION

Las operaciones de petróleo y gas emitieron más de 70 millones de toneladas métricas de metano a la atmósfera en 2020, según la última edición de la Agencia Internacional de Energía en su informe anual Methane Tracker publicado, lo que es lo mismo que las emisiones de CO2 de toda Europa.

Según informa Bloomerg, las emisiones fueron un 10% más bajas que la estimación para 2019 en medio de recortes de producción, el Covid y la introducción de nuevas regulaciones de metano.

La tarea ahora para la industria del petróleo y el gas es asegurarse de que no haya un resurgimiento de las emisiones de metano, incluso cuando la economía mundial se recupere, y que 2019 se convierta en su pico histórico, dijo el director ejecutivo de la IEA, Fatih Birol.

«Las emisiones serán críticas para evitar los peores efectos del cambio climátic».

Las emisiones de metano son la segunda causa más importante del calentamiento global después del dióxido de carbono. Si bien el metano es menos abundante en la atmósfera que el dióxido de carbono y tiene una vida útil más corta, absorbe mucha más energía que el CO2, por lo que es un gas de efecto invernadero más poderoso.

La producción de petróleo es responsable de alrededor del 40% de las emisiones de metano de la industria energética, y la cadena de valor del gas natural representa el 60% restante, lo que se escapa. Hay que tener en cuenta que los tanques de GNL, líquido están abiertos a la atmosfera.

Las emisiones de metano deben caer un 70% durante la próxima década, una disminución equivalente a eliminar las emisiones de CO2 de todos los automóviles y camiones en Asia, según el informe. La reparación de las fugas de metano sería rentable para las empresas de energía porque el metano capturado se puede vender como gas natural.

El costo de las reparaciones y el mantenimiento necesarios para capturar el metano a menudo se puede pagar con el valor del gas adicional que se lleva al mercado.