Los cargadores denuncian el caos en el transporte marítimo global

22/02/2021 PUERTOS Y MÁS

La Global Shippers’ Alliance (GSA) asegura que los cargadores de todo el mundo “están furiosos por el caótico mercado del transporte marítimo y la falta de mecanismos para resolverlo”. La asociación considera que los perjuicios ocasionados a las economías de todos el mundo son “inmensos”. Según Denis Choumert, presidente de GSA y del European Shippers’ Council, “la producción, la comercialización y la distribución se han visto alteradas, y los costes económicos, incalculables”.

En Europa, muchos de los principales puertos se encuentran al borde de la saturación mientras los buques esperan un atraque. Los contenedores se quedan en las terminales para ser despachados y las navieras rechazan las reservas de salida para acelerar el regreso de los contenedores a Asia. Las tarifas de los fletes han subido entre cinco y seis veces, y los exportadores no disponen de reservas.

La misma situación se repite en Asia. Allí las tarifas de los fletes hacia Europa han llegado a multiplicarse por 10 o 15, y por tres o cuatro en Norteamérica. Las tarifas al contado son mucho más altas. “Las navieras están aceptando las reservas en función de la rentabilidad o de la importancia estratégica a largo plazo, por lo que se sacrifica a los cargadores pequeños y medianos”, explica Toto Dirgantoro, presidente de la Asian Shippers’ Alliance y del Indonesian National Shippers’ Council.

El transporte marítimo sufre un rápido deterioro de la fiabilidad y la visibilidad. “Los buques se saltan los puertos e incluso es frecuente la cancelación de toda la cadena”, prosigue Denis Choumert. Esta práctica, el blank sailing, ha crecido un 30% en algunas rutas. “Y apenas el 50% de los buques llega a tiempo, lo que afecta a toda la cadena de suministro”, subraya.

Insuficiencia de los mecanismos reguladores

En Norteamérica, los buques se agolpan ante los principales puertos estadounidenses. Mientras se prolongan las restricciones por la pandemia, la presión sobre la cadena de suministro crece. “Hemos pedido a la Comisión Marítima Federal (FMC) que estudie la situación de la oferta y la demanda, y esperamos un aumento de la capacidad en breve”, indica Marianne Rowden, de la American Association of Exporters and Importers.

Los cargadores asiáticos también se quejan de que las navieras aprovechan la situación para cobrar “nuevos y ridículos cargos”, como la tasa de confirmación de reserva, la de no presentación, la de cancelación tardía, la de retención de contenedores o la de reserva acelerada. “Estas tasas son inauditas y se cobran a un nivel ridículo”, señala Dirgantoro.

ESC denunció esta situación ante las autoridades de la Competencia de la UE el pasado mes de enero. Para los cargadores, lo más preocupante es que “la Comisión Europea haya permitido la renovación de las exenciones para las alianzas marítimas sin añadir ninguna herramienta o ajuste para controlar a las navieras y tener más en cuenta los intereses de los cargadores, lo que habría evitado o mitigado algunos de estos daños”.

Finalmente, la Global Shippers’ Alliance concluye que la crisis del transporte marítimo refleja “la insuficiencia de los mecanismos reguladores para proteger la cadena de suministro mundial y la propia industria del transporte marítimo, que es la savia del comercio mundial. Estos mecanismos deben ser revisados inmediatamente”.

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